Para algunas personas es un deleite el olor a tierra mojada que esta temporada nos ofrece, ese olor cargado de sensaciones que nos llenan, no solo el olfato, sino que también el alma, tocando los rincones más sensibles de nuestro ser llevándonos de la nostalgia a la esperanza en tan solo uno instantes mientras inunda nuestra nariz y la lluvia ligera comienza a acariciar nuestra piel; claro siempre y cuando esa fina llovizna no se convierta rápidamente en una tormenta que termine por empaparnos de pies a cabeza resultando en una molesta gripe.
Escuchar la lluvia por la noche llega a ser tan relajante que incluso algunos podemos arrullarnos con el sonido, incluso he escuchado a personas decir que les gusta el sonido de los truenos durante una tormenta mientras que otros se asustan con estos. Sea cual sea la emoción que esto le pueda evocar a cada quien no podemos negar que la lluvia brinda una característica muy particular a nuestra ciudad, su olor, sus vistas desde cualquier punto tan contrastantes, incluso ese detalle tan curioso de estar completamente seco en un lugar pero tremendamente mojado a tan solo unas cuantas cuadras de ahí.
Espero muchos de ustedes, al igual que yo, disfruten de recorrer algunos rincones de nuestra ciudad disfrutando de un poco de lluvia, pero no olviden cargar unas buenas botas y un paraguas o chamarra para evitar malas pasadas, igualmente extremar precauciones ante las tormentas que, aunque se han presentado mayormente por las madrugadas, resultan peligrosas en algunos puntos.
No olviden comentar y compartir sus experiencias.
*Canción: Guadalajara
Autor: José Guizar
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